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Jueves 24 de Abril de 2025

Fernanda Tapia se convierte en la primera doctora de la Universidad Central

La abogada centralina y académica de Derecho defendió su tesis doctoral el martes 22 de abril en una sala de litigación llena.

Un verdadero hito se vivió en la Universidad Central el martes 22 de abril. La doctoranda Fernanda Tapia Trujillo se convirtió en la primera persona en obtener el grado académico de doctora entregado por nuestra casa de estudios.

Luego de cuatro años de investigación, docencia, publicaciones, una pasantía y una estancia internacional, la abogada centralina defendió con éxito su tesis doctoral “La justicia como un sentimiento ético en el proceso decisorio del tribunal”, obteniendo la distinción y doble titulación con la Universidad de Sevilla, gracias a un convenio del programa.

En una Sala de Litigación llena de autoridades, docentes, estudiantes, familiares y amigos, la Dra. Tapia obtuvo un sobresaliente que le permitió obtener el grado universitario máximo, frente a una comisión conformada por el director del Doctorado en Derecho U. Central, Dr. Pablo Contreras; la académica de la Universidad Austral de Chile, Dra. Carolina Bruna; el miembro del claustro UCEN, Dr. Federico Szczaranski Vargas; su profesora guía, Dra. María Angélica Benavides Casals; y su co guía, el Decano de Derecho de la Universidad de Sevilla, Dr. Fernando Llano Alonso.

“Su tesis es un texto valiente, osado y que busca aportar en la construcción de conocimientos. En esa línea adopta una reflexión filosófica que no es desde una aproximación cínica, sino que es la construcción de una ética de la justicia en forma propositiva”, valoró el director del programa doctoral, Pablo Contreras.

“Doctorarse es un proceso de gran sacrificio”, advirtió su profesora guía, María Angélica Benavides. “Es un orgullo acompañar a alguien desde la determinación de lo que con mucho trabajo pasa de una idea a un tema, hasta la defensa de lo que fue el fruto de años de estudio. Esta defensa es un hito para ella y para la Facultad. Le deseo un camino de éxitos académicos, que estoy segura recorrerá”, agregó.

En esa línea, su co guía de la Universidad de Sevilla, Fernando Llano Alonso destacó a la abogada centralina como “un modelo de superación, de compromiso, de profesionalidad, de rigor y, además, de humildad, que es muy importante en la vida de un académico. El no dejar de aprender nunca, el no dejar de escuchar a los demás, de estar pendiente y de tener siempre una inquietud por seguir aprendiendo”. Afirmó que es “un modelo para los doctorandos de la Universidad Central de Chile que vengan detrás, porque ha hecho una labor ímproba muy importante, muy original su tema, yo creo que va a aportar mucho a la academia”.

“Estoy contenta, satisfecha y agradecida”, confesó la Dra. Tapia tras la defensa, destacando el apoyo recibido durante el proceso de “trabajo constante”. Para ella, ser la primera doctora de la Universidad Central representa “un desafío importante. Vienen muchos más también. Y es parte de un proceso de complejización en general de la universidad. Me pone muy contenta ser parte de un proyecto tan bonito”.

Elaborar la tesis "La justicia como un sentimiento ético en el proceso decisorio del tribunal" fue un proceso de cuatro años que incluyó una extensa revisión de literatura nacional e internacional sobre ética y el ejercicio de la función jurisdiccional. La investigación implicó tanto un análisis teórico como un trabajo práctico, revisando sentencias y monografías escritas por jueces para comprender cómo perciben ellos mismos su rol ético en el proceso de decisión judicial.

En sus palabras, la Dra. Tapia explica que su trabajo busca ofrecer una mirada distinta a la justicia: no simplemente como un cumplimiento normativo, sino como un sentimiento ético que articula la conciencia individual del juez con su responsabilidad pública. "La ética, aunque suele verse como una disciplina teórica, tiene una dimensión práctica esencial: permite pensar cómo queremos relacionarnos dentro de una comunidad", sostiene.

Su propuesta plantea que la justicia debe ser entendida como una forma de cohesión entre lo que se piensa y lo que se hace, entre la conciencia personal y la reputación pública. En este sentido, la tesis sugiere que una verdadera práctica ética judicial requiere no sólo conocer normas, sino desarrollar una sensibilidad especial, que parte de la intuición y la percepción. "Si no sentimos afección por los otros, difícilmente nos importará cómo resolvemos sus casos", explica la doctora.

Así, su trabajo defiende que la ética debe nutrirse de la sensibilidad humana para que el juez pueda construir principios universales desde la consideración de cada caso particular, sin perder de vista que está tratando con personas. Una ética viva que permita hacer de la justicia no sólo un acto de cumplimiento, sino una experiencia de comprensión profunda de los otros.

El Doctorado en Derecho UCEN, acreditado por la Cominsión Nacional de Acreditación, marca así un nuevo hito en su consolidación académica.

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